lunes, 30 de enero de 2023

MARY SHELLEY - FRANKENSTEIN


Editorial: Austral México, 2016. Traducida por José C. Vales. Págs.: 294.

Como bien indica la introducción de una de las tantas opiniones de este libro, a quien lea el texto original le causará una sorpresa sino agradable, quizás incómoda, buscando la fantasía del romanticismo acostumbrado -pienso inmediatamente en las múltiples interpretaciones en el cine. En mi caso fue una situación agradable pero de consternación. La narración del protagonista, la insensatez de la creación de un ser que no pidió venir al mundo, es materia perfecta para desglosarlo e irrumpir en múltiples interpretaciones.

Con anotaciones propias en las orillas de sus páginas, no pude evitar caer presa y dejar volar mi imaginación. Historia sobre un padre y un hijo, la inocencia del primer asomo y la cruda realidad de un mundo adverso y siempre cuidándose las espaldas.

Lectura eficiente y me atrevo a decir, obligatoria. En algunas ocasiones un poco "juvenil", y en otras de un horror y terror extremos. Frankenstein y su creación engloban el paradigma del mundo hostil y pedagogo al que nos enfrentamos.

Esta traducción al español es solvente.

B

Conversación: no sé si en algún momento le dije que estudié Lengua y Literatura Hispanoamericana, o me habría visto con un libro bajo el brazo. 

No miento si On the Road era el único libro que leía, por años buscó afanosamente una explicación a esa forma erudita de narrar de Jack Kerouac, quería saber el significado de todo y en mí, veía sus respuestas. 

A leguas se sentía incómoda y odiaba la lectura; ansiaba gritarle que la abandonara de una vez y por favor, me dejara seguir mi camino.

Ella era de esas personas que irritaban a distancia. Mis días se traducían en seguir mi destino o tomar el camino mas largo para no encontrarla. El problema es que es gemela, y me era imposible discernir entre las dos sin verme incómoda.

Eventualmente supuso mi respuesta y dejó de hablarme. Reivindicada, proseguía mi senda, pensando en ese personaje de carretera tan mencionado en las clases de literatura norteamericana, como presagio al descubrimiento de la juventud tardía. 

A

De un tiempo para acá despierto abruptamente.

Cuando era niña estudiaba en una escuela Primaria que ahora me parece, salida de una película de Luis Buñuel. Años más tarde mi madre confesó haberme inscrito ahí porque era la única Primaria disponible a la redonda.

Entre la estructura maltrecha de los baños habitaba una araña embarazada.

Sentía escalofríos cuando pasaba cerca de la equidistante telaraña, pero cada vez que lo hacía, me asomaba asegurándome seguía ahí.

Imaginaba reventarla y ver los cientos de pequeñas arañas salir despavoridas. Pero el asco me desanimaba.

Concluyo que esta imagen ha recorrido a mi lado travesías y años de momentos.

La otra madrugada me despertaron abruptamente, soñaba con una araña embarazada: permanente e indiferente a mi miedo que se traducía en pavor, asustada por lo posible de la imposibilidad de aplastarla de una vez por todas.