Editorial: Austral México, 2016. Traducida por José C. Vales. Págs.: 294.
Como bien indica la introducción de una de las tantas opiniones de este libro, a quien lea el texto original le causará una sorpresa sino agradable, quizás incómoda, buscando la fantasía del romanticismo acostumbrado -pienso inmediatamente en las múltiples interpretaciones en el cine. En mi caso fue una situación agradable pero de consternación. La narración del protagonista, la insensatez de la creación de un ser que no pidió venir al mundo, es materia perfecta para desglosarlo e irrumpir en múltiples interpretaciones.
Con anotaciones propias en las orillas de sus páginas, no pude evitar caer presa y dejar volar mi imaginación. Historia sobre un padre y un hijo, la inocencia del primer asomo y la cruda realidad de un mundo adverso y siempre cuidándose las espaldas.
Lectura eficiente y me atrevo a decir, obligatoria. En algunas ocasiones un poco "juvenil", y en otras de un horror y terror extremos. Frankenstein y su creación engloban el paradigma del mundo hostil y pedagogo al que nos enfrentamos.
Esta traducción al español es solvente.

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