Editorial: Dell Publishing, 1956. Págs.: 224.
La escritura de James Baldwin tiene la virtud de ser serena, incluso cuando se trata de temas de una perversidad ominosa como la homofobia, el racismo, el desamor, la crueldad y el bajo mundo. Giovanni puede traducirse en cada uno de nosotros pues nos recuerda de manera fehaciente, ese amor correspondido que huyó por miedo a enfrentarse, y que se alquiló en los brazos de alguien mas, refugio de tontos. Inevitablemente reapareciendo siendo demasiado tarde.
El cuarto de Giovanni es ese lugar prohibido del corazón, donde la libertad se viste de luto eventualmente, y donde el amor se recrea con semejante advenimiento que revienta en nuestras manos. El cuarto de Giovanni no es solo el encierro, es la felicidad y la tristeza de lo insondable, la pureza y el desaseo, la pasión desmedida, el desgarre. Quien no ha estado en un cuarto así, puede presumir de nunca haber sufrido.
Que delicia es este libro.
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